Un petit peu de moi:

Mon histoire commence à Séville, où dès l’age de six ans je prends mes premiers cours de sévillanes à l’académie de danse de ma tante La Juani avec Isabel de Triana.

Je prolonge mes études avec La Tona, Manolo Sanlucar, Al Andalus, et avec le Maestro de danse espagnole, El Luisillo, à Jerez.

Je débute sur scène en 1984, avec la troupe flamenca de La Juani, dans les Tablaos, les restaurants et les fêtes andalouses. J’accompagne ensuite l’Association Al Andalus et La Trianera avec lesquelles nous ferons une tournée dans toute l’Espagne d’abord, qui nous mènera ensuite jusqu’en Italie et en Angleterre.

En 1989, je travaille avec la Peña El Pica, pour organiser ses fêtes flamencas devant un public très large. C’est à ce moment que je commence à développer une véritable passion pour la danse et pour les sensations qu’elle véhicule.

Je fais ensuite des stages à Madrid, Paris et Londres, avec des Professeurs comme Elena de Madrid, La Susana, Adrian Galia, Manuel Reyes et bien d’autres professionnels, jusqu’à ce qu’en 1999 où je comprends que ma véritable passion est d’encourager le développement du bien-être personnel au travers de la danse. J’étudie avec les méthodes de Feldenkrais, La Philosophie de la danse, Vio Danse, la Psychologie de la danse et toute technique concernant la recherche du bien-être et de l’équilibre personnels pour développer les énergies et les aptitudes propres à chacun.

En 2000 j’organise des cours de sévillanes, pour mettre en valeur la personnalité de chacun, tout en partageant avec ce langage corporel, expressif, sensuel, un plaisir véritable et un sentiment de bien-être et de bonheur. Je me consacre profondément à cet art andalou, tout en appliquant la maxime « corps, cœur et esprit ».

Je suis professeur de sévillanes, castagnettes, rumbas et de tout type de chorégraphies sur des airs de flamenco ; Je travaille avec le sentiment profond que tout le monde peut s s’exercer à cette danse qui procure plaisir et bien-être et bonne humeur, tout en dévoilant sensualité et sentiments profonds.

«EN DANSANT, LE CŒUR PARLE AVEC LE CORPS, EN UNE DISCUSSION FILTREE PAR L’ESPRIT»


Concert de Pascal Bautista


lunes, 2 de noviembre de 2009

Palos del flamenco - palo a palo 2/4

Colombianas

Cante aflamencado con giros procedentes del folklore hispanoamericano, pero no identificado con ninguna canción concreta en todo su contexto, con copla de seis versos octosílabos, de los que el cantaor suele repetir los dos primeros, a modo de estribillo. Según José Blas Vega, al estudiar los cantes llamados de ida y vuelta, dice que hace su aparición en 1930, motivada más ñor una canción que por el influjo folklórico que pueda venir de Colombia. Y dice también que tiene una estructura definida creada por Marchena. Todos han seguido ese mismo molde por lo que cree que apenas hay variaciones de ningún tino.

Debla

La Debla es un palo flamenco, derivado de la Toná.
La palabra Debla, en lengua caló, significa Diosa. Como cante, está emparentada con el martinete y la carcelera, originarias del mismo tronco: Romance - Corríos - Toná. Realmente, la debla es muy parecida al martinete, aunque tiene una estructura un poco más amplia, más recargada de melismas, más desolada y doliente. Sin embargo, tanto en su estructura poética como en su concepto musical, ambos palos son prácticamente iguales.
La debla fue un cante relativamente popular hacia mediados del siglo XIX, impulsada especialmente por cantaores como El Fillo, Varea el Viejo o El Planera.

El fandango

El fandango es un aire popular bailable, ejecutado por una pareja, de movimiento vivo. El compás ternario, los versos octosílabos y el frecuente empleo de castañuelas marcan un estrecho parentesco con la jota. La secuencia descendente armónica más tópica (La menor, Sol mayor, Fa mayor, Mi mayor) es un motivo ostinato conocido desde finales del Barroco.

Diversos escritores románticos intentaron vincularlo a un antiguo baile sensual de los tiempos romanos conocido como cordax (también llamado iconici motus por el poeta Horacio y por el comediógrafo Plauto). El escritor de sátiras Juvenal hace una mención especifica hacia el testárum crépitus (chasquear las castañuelas) que, en su expresión griega temprana, eran usadas como címbalos o platillos para dedos.
Dada la popularidad del fandango como danza de exhibición a finales del siglo XVIII y principios del XIX, no es de extrañar su presencia y arraigo en la tradición de Asturias, Castilla, Cataluña, Murcia, Valencia, País Vasco o Portugal. En su forma galante, el género llegó a tener cierta proyección en la tradición culta europea a través de la obra de Luigi Boccherini, el padre Antonio Soler y Domenico Scarlatti.

Desde principios del siglo XIX, el flamenco adoptó rasgos de los fandangos andaluces dando así lugar a los llamados "fandangos aflamencaos" que son considerados hoy en día como uno de los palos flamencos fundamentales. La forma del fandango posiblemente es la que más variaciones posee como ninguna otra expresión del flamenco. La variante procedente de los bailes de candil, toma especial mención en Andévalo -Huelva- donde se presenta de manera especialmente prolija; en Málaga con sus característicos Verdiales, posiblemente el modo originario de esta clase de manifestación artística; en las provincia de Murcia, Albacete y Alicante más conocido como malagueña, y en las restantes provincias andaluzas, caso de Almería, conocido aquí popularmente como fandanguillo. En La Alpujarra, el fandango constituye el baile típico del Trovo.
En la localidad conquense de Mota del Cuervo se baila un fandango parecido a la seguidilla pero más sencillo; el baile añade el cruce lento y la batida final de piernas con parada y cruce. Se le conoce como fandanguillo manchego.
De modo general, en el folclore portugués, el baile alterna momentos a dúo con exhibiciones alternadas de cada uno de los dos danzantes mientra que el otro se limita a marcar el ritmo sobriamente.


Farruca

La Farruca es uno de los palos flamencos más recientes.
Su origen se encuentra en el folclore del Norte de España, traído a Andalucía a mediados del siglo XIX, por los mozos que venían a trabajar como temporeros, o a establecerse como taberneros o freidores de pescado,[1] siendo después adaptada por los músicos andaluces, aflamencándose. La versión flamenca de este cante se popularizó enormemente en la primera mitad del siglo XX, intérpretandose con aire de soleá.

Galeras

Galeras es un palo flamenco, estilo musical de cante y baile español.
Fue creado por Juan Peña "el Lebrijano" y tiene su base en la bulería. No es un cante muy extendido entre otros cantaores.

Garrotín

El garrotín es una forma del cante flamenco, procedente del folclore asturiano.
Es muy probable que provenga de los gitanos catalanes, puesto que proviene del compás del tango. La canción está acompañada de un baile y su período de auge fue a principios del siglo XX.

Sus estrofas están formadas por cuatro versos octosílabos, en el cual riman el segundo y el cuarto y repiten un estribillo entre ellos.

Granaína

La Granaína es un palo flamenco derivado de los fandangos y suele incluirse entre los estilos malagueños.

El origen de este palo se sitúa en los Verdiales, un cante de origen folclórico, basado en el fandango, originario de los Montes de Málaga y de Ronda. Su desarrollo tiene lugar en las zambras de Granada y fue popularizado, inicialmente afinales del siglo XIX, por cantaores locales como Frasquito Yerbagüena o Paquillo el Gas, difundiéndolos más tarde otros cantaores bajo-andaluces, principalmente Antonio Chacón, Canalejas de Puerto Real y El Pena.

Existen dos variantes de este palo, la Granaína propiamente dicha, y la Media Granaína. Ambas disponen la línea melódica de forma clara y con cambios de tonalidad, con fraseo difícil y profundo. La diferencia entre ellas estriba en que la primera agranda y alarga considerablemente el tercio terminal, realizando una modulación final, característica de este cante.

Guajira

La guajira (término que significa «campesina») es un género musical originario de la región oriental de Cuba, de tema campesino. Si bien tiene sus orígenes en Andalucía, la tradición atribuye la paternidad de este género al compositor Jorge Ankerman (La Habana 1877-1941), gracias a su composición «El arroyo que murmura».

En España la guajira comenzó a llegar a ser popular alrededor del final del siglo XVIII. En especial la cultura musical canaria, sobre todo en el uso de la guitarra y el triple, ha tenido gran influencia en la música guajira.

En Cuba los campesinos reciben el nombre de guajiros, por eso se denomina “música guajira” o “música de los guajiros”, de modo general, a la música surgida e interpretada en las zonas rurales de la isla de Cuba. Así, como género musical, la guajira es parte de la música campesina y guarda semejanza con la criolla y el punto cubano, pero tiene algunas diferencias.

Características

Las líricas, versificadas, están casi siempre en la forma de una décima. El Punto se basa en las líricas más que la melodía. Es uno de los ritmos más cadenciosos es por ello que es un estilo pegadizo y que invita a bailar, las letras son variables, en donde se puede expresar cualquier estado de ánimo, es de resaltar el sentimiento con el que se interpreta la guajira. Cuando se refiere a temas campesinos lo hace de una manera idealizadora y bucólica, se evocan por lo general la vida rural y las historias de amor.

En la guajira alternan los ritmos de tres por cuatro y seis por ocho. Su primera parte se escribe en modo menor, y la segunda en mayor. Concluye siempre sobre la dominante del tono en que está compuesta. Hay una modalidad también llamada guajira, pero que consiste, en fundirse con el son, en la guajira-son.

Jabera

La Jabera es un palo flamenco, incluido dentro de los llamados "cantes malagueños", entre los que es uno de los más antiguos.

Al igual que la malagueña y la rondeña, la jabera desciende en línea directa del fandango, y surge en la misma época de aquellas, teniendo un desarrollo propio y claro. Fue un cante bastante extendido en el cambio entre los siglos XIX y XX, siendo El Mimi uno de sus primeros grandes intérpretes, aunque quizás el más famoso de ellos fuese el Chato de Jerez, quien la introdujo en Madrid y en sus cafés cantantes.
Hoy en día, es un palo muy poco usado por los cantaores modernos.

La Liviana

Algunos autores la hacen proceder de la seguiriya, cantada de forma más ligera que ésta, debido quizás a su forma literaria, que es igual que la de la seguidilla castellana. Sin embargo, otros autores estiman que la adopción de las formas de la seguiriya es posterior a la existencia de la liviana, concretamente de la época en que se le añade acompañamiento de guitarra y se adopta como palo autónomo por los cantaores profesionales. Según esta teoría, su origen estaría en los cantes camperos andaluces, sin acompañamiento, posiblemente del grupo de los cantes arrieros.

Tradicionalmente se cantaba junto con las Serranas, aunque paulatinamente se fue perdiendo y, desde comienzos del siglo XX, es un palo muy poco practicado, aunque permanece vigente. Entre sus intérpretes destaca Pepe el de la Matrona.

Malagueña

Las malagueñas es un palo del flamenco, tradicional de Málaga, es origen de los cantes de Levante y procede de los antiguos fandangos malagueños. Se convierte en estilo flamenco en la primera mitad del siglo XIX. Este cante no tiene baile propio pero tiene un gran registro melódico. Se acompaña a la guitarra por arriba y es un cante "ad libitum".

Guitarra

Su acompañamiento de guitarra se realiza tocándola siempre por arriba y su tiempo es ¾ andante y expresivo. Sin embargo, no tiene un ritmo externo estricto, porque el cantaor puede alargar los tercios a voluntad y algunas veces retrasa el compás y otras lo adelanta. La guitarra gana mucha complejidad en el toque por malagueñas, debido a la amplia gama de arpegios, trémolos y demás. La malagueña se diferenció del fandango local porque su toque se hace cada vez más lento, sostenido, logrando así una extraordinaria riqueza". Las notas son MI mayor y FA mayor, siendo su tónica LA menor.

Cante

Cante muy acompasado, melodioso y solemne que adquirió categoría de cante grande en las voces de Enrique El Mellizo y Chacón.

Existen diversas modalidades de malagueñas, debidas a las creaciones individuales de una serie de intérpretes tanto naturales de Málaga, como nacidos en otros lugares de Andalucía. Diego Clavel ha recogido en disco hasta cuarenta y siete estilos diferentes de malagueña. Es un cante con copla de cuatro o cinco versos octosílabos, que generalmente se convierten en seis por repetición de alguno.
Intérpretes

Algunos consideran a Juan Breva el creador de las primeras malagueñas aunque otros considera a El Canario, pues consideran que las malagueñas de Juan Breva son un fandango "abandolao". También son conocidas las malagueñas de la Trini, las del Niño Tomares o las del maestro Ojana que son diferentes a las de Juan Breva. Del mismo modo, los cantes por este estilo de Enrique el Mellizo, Francisco Lema "Fosforito el Viejo" y Chacón, de donde se dice que arrancan las "malagueñas nuevas", suponen un salto evolutivo con relación a las de las figuras citadas con anterioridad, que se agrupan entre los intérpretes de las que se han llamado "malagueñas de transición. A finales de los 90 comenzó un nuevo resurgir de las malagueñas llamadas "Malagueñas de Fiesta" gracias al Concurso de Malagueñas, acualmente llamado Memorial Jose María Alonso. Por ello se comenzó a crear nuevas malagueñas bajo la norma de respetar el ritmo y compas, para poder hacerlas bailables a los diferentes grupos de danza. Autor de varias "Malagueñas de Fiesta" de esta época es Francisco Soler.

Mariana

Mariana es un palo flamenco, estilo musical de cante y baile español. Se trata de un palo binario, del grupo de los tangos.

La popularización de este cante se debió principalmente a El Cojo de Málaga a comienzos del siglo XX, también conocido como El Cojo de las Marianas, y por El Niño de las Marianas, estilo del que tomó su nombre artístico. Posteriormente ha sido revalorizado por artistas como Bernardo el de los Lobitos, Jesús Heredia, Curro Lucena y José Menese.

No hay comentarios:

Publicar un comentario


 
ir arriba